NACIMIENTO DEL INSTITUTO DE ARBITROS DEPORTIVOS
lunes, 26 de marzo de 2012
A MIS COMPAÑEROS DIRIGENTES
A LOS COMPAÑEROS DIRIGENTES:Para que pensemos en nuestra realidad, con honesta sinceridad, asumiendo que todo lo mal que estamos no es solo responsabilidad de los demás, aceptando la autocrítica para aceptar que es urgente un cambio producido desde la dirigencia.
De lo contrario, no tendremos futuro. El compromiso y el voluntariado, que nos sobra en estos tiempos, ya no son suficientes. No es tan triste la verdad; lo que no tiene es remedio; y la verdad, mal que nos pese, muestra que somos una clase mediocre, porque no estamos o no queremos estar a la altura de las circunstancias.
En una realidad cruel, donde se muere la actividad y solo se privilegia el exitismo porque no podemos despojarnos del egoísmo que nos impide juntarnos parahacer grandes cosas., ¿Porque apenas logramos subsistir cuando, tenemos todo para sobresalir?
También es honesto reconocer, que la mediocridad nos encegueció, y que mientras no ABRAMOS LA CABEZA, incluso, antes que los ojos, estaremos caminando en los bordes. Como trapecistas sin red.
El que no ponga empeño para aceptar que debemos tener una actitud diferente, tendrá en el futuro un pequeñísimo margen para los errores. Huelga decir que también hace falta mucha honestidad para aceptar nuestra propia realidad; honestidad que no es otra cosa que la humanidad del alma al desnudo. No hay infalibles, ni imprescindibles, sí perfectibles y necesarios.
Cuando entendamos que, sólo él ayudarnos, nos ayudará y que por humilde que parezca todo aporte, debe ser bienvenido, recién ahí pondremos en marcha cualquier intento de recuperación del deporte.
Sin embargo, esto no significa transar con los corruptos, con los que actuaron con malicia para saciar sus oscuras ambiciones y ahora mismo se ahogan en la soberbia de no admitir que se pudo haber errado.
Esta distinción no supone solamente mirar a quiénes les toca enfrentar hoy las actuales circunstancias, esta distinción trasciende los límites del tiempo y de las apariencias a las que nos tiene acostumbrada la desembozada lujuria del poder en cualquier ámbito.
No hay existencia lineal, tarde o temprano aparece un punto en el que todo lo vivido se enfrenta a la bifurcación, entonces un camino es seguir como hasta ahora, asumiendo los riesgos de la extinción y el otro es aventurarse y ver que cualquier miedo a lo desconocido es infundado cuando se está preparado y capacitado para enfrentarlo.
En este punto está la gente del deporte y, como no, los argentinos, la pregunta es, tendremos la capacidad de empezar a construir otra historia o seguiremos cíclicamente repitiendo la misma, podremos avanzar, aunque no sepamos lo que hay adelante, o nos quedaremos empantanados en el fango de la mediocridad que todo lo atora. DE NOSOTROS DEPENDE.
Pedro R. Bonnettini
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